Sillas ergonómicas en Madrid

Catálogo de sillas ergonómicas

Altura regulable: Regula la altura para apoyar los pies en el suelo con las rodillas formando un ángulo de 90°. 
Inclinación del respaldo: Respaldo inclinable en distintos puntos para cambiar de postura sin perder el soporte.
Soporte lumbar ajustable: Respaldo con una curvatura lumbar adaptable para tu espalda.
Reposabrazos regulables: Reposabrazos regulables que permiten apoyar los codos a 90°.

Qué tener en cuenta antes de comprar una silla ergonómica para trabajar

Si pasas horas sentado frente al ordenador, elegir bien tu silla no es un capricho, es una necesidad. No es lo mismo una silla cualquiera que una que cuide tu espalda y no te pase factura con el tiempo. Aquí no vale cualquier cosa con la etiqueta de «ergonómica». Tienes que saber en qué fijarte antes de sacar la tarjeta.

Ajuste

Una buena silla debe permitirte regular casi todo: altura, inclinación, soporte lumbar, reposabrazos… Si la silla no se ajusta a ti, acabarás ajustándote tú a la silla, y eso es justo lo que no queremos.

Altura regulable: Lo ideal es que puedas apoyar los pies en el suelo con las rodillas formando un ángulo de 90°. Si no llegas, toca usar un reposapiés.
Inclinación del respaldo: Mejor si puedes reclinarlo y fijarlo en distintos puntos. Así puedes cambiar de postura sin perder el soporte.
Soporte lumbar ajustable: Deja de encorvarte como un camarón. Si el respaldo tiene una curvatura adaptable, tu espalda lo agradecerá.
Reposabrazos regulables: Que no sean de adorno. Deben permitirte apoyar los codos a 90° para que los hombros no acaben como una piedra.

Materiales

Las opciones más comunes son:

  • Malla transpirable: Ideal si eres de los que se cuecen en verano. Deja pasar el aire y evita el sudor pegajoso.
  • Cuero o símil cuero: Más elegante, fácil de limpiar, pero puede ser incómodo con calor.
  • Tela acolchada: Más cómoda al principio, pero si no es de buena calidad, se hunde con el tiempo.

Si la vas a usar a diario, no escatimes. Un asiento que se deforma en dos meses es tirar el dinero.

Base y ruedas

Las sillas de calidad tienen una base con cinco puntos de apoyo. Cuatro es poco, seis es raro. Además, las ruedas deben adaptarse a tu suelo:

  • Si tienes parquet o baldosa, mejor de goma para evitar arañazos.
  • Para moqueta o alfombra, mejor ruedas duras que se deslicen bien.
  • Y sí, que gire 360°. Parece obvio, pero hay modelos que no lo hacen bien.

Asiento

Aquí hay dos cosas clave: el acolchado y la forma.

Siéntate y fíjate en la presión sobre las piernas. Un buen asiento deja espacio entre el borde y la parte trasera de tus rodillas. Si te corta la circulación, no es el adecuado.

Y si puedes elegir, busca un borde en cascada (redondeado en la parte delantera). Así evitas presión innecesaria en las piernas.

Peso soportado

Las sillas estándar aguantan unos 100-120 kg, pero si necesitas más, busca modelos reforzados. No te fíes solo de lo que dice la caja, revisa las opiniones de otros compradores.